ELLA
>> martes, marzo 27, 2007
Ella volvió un día a llamar a su puerta.
La misma sonrisa en sus labios,
la misma melancolía en sus ojos,
su mismo pasado en los tacones,
las mismas palabras vacías y antiguas.
El abrió la puerta,
se rascó involuntariamente la cabeza
y la invitó a quedarse.
El ya no recordaba nada
pues ni siquiera era el mismo hombre.
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